A pesar de todo,
seguir en movimiento.
Montar un buzón bancario
y resignarse al paro de las heladeras.
Para aprender a remendar
la cornisa de un pantalón
hace falta un teléfono a pedal
y que el silencio sea de vidrio esta noche
y la luna una alhaja de fantasía.
martes, 21 de agosto de 2007
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1 comentario:
Tengo varias cornisas para remendar... voy a poner en práctica el consejo...
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